Reflexiones sobre Marketing
Hace un tiempo, una periodista francesa en busca de una interesante nota, viajó al estrecho de Gibraltar, más específicamente a la parte africana separada por unos pocos metros de agua del suelo europeo. El objetivo de su viaje era indagar sobre la real necesidad que motivaba a la gente a querer cruzar, muchas veces poniendo en riesgo su vida. Durante tres días intentó llegar a una conclusión, sin caer en la más obvia “necesidad de dinero”. Entonces, se acercó a un grupo de personas de apariencia muy humilde. Al preguntarles por qué querían cruzar sin saber muy claramente qué encontrarían del otro lado, una de esas personas le mostró una revista europea y le señaló una publicidad de un automóvil en la que había dos personas con una gran sonrisa en sus rostros, un hermoso paisaje y ropa impecable. La expresión que nunca olvidó fue muy clara: “Quiero eso”.
El mundo ya no es el mismo, nada volverá a ser como antes. Ya no compramos por el solo hecho de satisfacer una necesidad básica, sino que escalamos en la tan querida y estudiada pirámide de Maslow para satisfacer esas necesidades que él llamo de realización, hoy llamadas aspiracionales.
Para las empresas, todo se resume en una palabra: marketing. Muchas veces subestimada y otras tantas sobre valorada. Ya no se discute, no tiene sentido. Mejor adaptémonos y, aún más importante, aprendamos a usarlo.
El marketing o mercadotecnia es sin duda una de las áreas del conocimiento que más creció en los últimos 30 años. Como evolución del área de ventas de las empresas, fue incrementando su poder y su importancia dentro de las estructuras.
Ahora bien, ¿qué es el marketing?
A los alumnos ingresantes a la carrera de marketing que tengo el honor de dirigir, siempre les contestó así: “Les diré lo que no es. Marketing no es publicidad, no es relaciones públicas, no es prensa y comunicación. Tampoco es cómo pintar una pared para vender más. A lo sumo, es todo eso junto. Todo lo antes mencionado son áreas funcionales, herramientas con las que cuenta el marketing para cumplir con sus objetivos”.
El marketing, al menos como yo lo siento, es una forma diferente de ver la relación entre las instituciones (privadas o no) y las personas. Pone por encima de todo a las necesidades e intenta satisfacerlas generando un valor superior en los usuarios y accionistas.
Es como una gran receta que mezcla ciencia, arte, técnica, creatividad, estrategia, táctica, una pisca de locura y otro tanto de pasión. Simplifica nuestras decisiones, nos brinda seguridad y nos da la posibilidad de sentirnos más felices.
Sin embargo, no todo es bueno en el mundo del marketing. Como toda herramienta, en las manos equivocadas, puede ser utilizada como un arma de doble filo. Puede convencernos de ser lo que no queremos, cambiar nuestras opiniones, definir nuestros gustos, hacernos pagar más por lo mismo o inclusive por menos.
El mundo cambió definitivamente. Algunas preguntas que nos permiten tomar dimensión de dicho cambio:
¿Imaginamos comprar un producto sin marca?
¿Nuestros deseos son realmente nuestros?
¿Cómo fue posible transformar un gasto, un sacrificio, en algo placentero para las personas?
¿Compramos realmente un producto/servicio o un imaginario que nos brinda felicidad?
Nada ni nadie escapa al marketing. Todos somos víctimas de su accionar, ya sea al momento de comprar un auto o una cartera, o siguiendo al equipo de fútbol preferido.
Autor: Lic. Jonatan Loidi - Profesor de la Escuela de Negocios de MATERIABIZ . Socio gerente de Set computación y Set consulting, Consultor de la Fundación Empresa Global y director de la Licenciatura en Marketing de la UCALP.