¿Los MBA están en línea con lo que necesitan las empresas?

¿Los MBA están en línea con lo que necesitan las empresas?

 Sin dudas en el campo de las maestrías en administración de negocios (MBA, por sus siglas en inglés) hubo un antes y un después de la publicación del estudio de Harvard Business School, "Rethinking the MBA: Business Education at a Crossroads" (Repensando el MBA: la educación para los negocios en una encrucijada) en 2010.

Hasta ese momento, el graduado de MBA al estilo anglosajón era considerado, sin dudas, un profesional a la vanguardia de la educación ejecutiva. Sin embargo, los autores del estudio, los profesores Srikant Datar y David Garvin, postularon que el mundo de los negocios había cambiado y que los programas de las escuelas en donde se educaban sus protagonistas debían hacer lo mismo.

Según su tesis, los contenidos impartidos en las maestrías de Estados Unidos y Europa no generaban en los estudiantes una conciencia cultural apropiada ni la perspectiva global que sus tareas requerían. Para demostrarlo, realizaron entrevistas cualitativas en empresas y escuelas de negocios, y las cruzaron con datos cuantitativos para examinar la evolución de los mercados de MBA y sus
posibilidades de desarrollo.

La tarea comenzó mucho antes de la crisis económica que se desató en 2008 en EE.UU. Pero la publicación cobró especial relevancia al quedar en evidencia el papel de las empresas y sus ejecutivos en la situación económica que afrontó el país en esa época. La pregunta resonaba cada vez más fuerte: ¿estaban preparados para este cambio de paradigma los graduados de MBA?

Por el contrario, América Latina fue casi una "escuela de expertos" en afrontar crisis, y es por eso que sus ejecutivos son "exportados" a compañías de todo el mundo.
"Los directivos latinoamericanos están más acostumbrados a lidiar con la incertidumbre, el riesgo y la incomodidad que los europeos", apuntó el director académico del Executive MBA del IAE Business School, Rodolfo Rivarola.

Sin embargo, Datar y su equipo quieren hacer foco ahora en Latinoamérica y en la India. Convocaron a los principales formadores de líderes para replicar el mismo estudio sobre estas regiones y determinar cómo los contenidos en las escuelas regionales se adaptan a las necesidades corporativas.

El primer paso
El pasado miércoles 9 de mayo, la rama latinoamericana de Harvard convocó en la Universidad del Pacífico de Perú a alrededor de 30 de las mejores escuelas de negocios y universidades de la región. ¿El objetivo? Comenzar a diseñar un plan para la implementación del estudio "Rethinking the MBA" en tierras latinoamericanas.
Por Argentina, estuvieron presentes la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), el IAE Business School, la Universidad de Palermo y la Universidad de San Andrés (UdeSA).

Por esta última casa de estudios, estuvo presente en la reunión Marcela Lomba, directora de MBA, quien la consideró "el puntapié inicial de un trabajo conjunto sobre las maestrías de negocios de la región que tendrá utilidad para todos, escuelas, empresas y estudiantes". Aunque consideró que un aporte importantefue que a partir de este encuentro, "quedó instalado en la agenda de la región la temática de cómo los MBA están recogiendo intereses de la sociedad civil y de las empresas, incluso antes que los gobiernos".

En este punto, Rivarola dijo a Campus-iProfesional.com que uno de los ejes de la reunión fue como los ejecutivos en países emergentes necesitan aprender "contenidos que les sirvan para atender necesidades de la base de la pirámide. Hay problemas en estas naciones como la falta de agua, las epidemias, cuestiones habitacionales, que no percibimos demasiado en la Argentina, pero que las escuelas de negocios de la región no pueden desconocer en sus programas".

Asimismo, remarcó que la visión del profesor Datar tiene como meta "crear una industria de la educación ejecutiva que tenga más que ver con compartir que con competir". En ese marco de cooperación es que se lanzó esta iniciativa de investigación.

"El objetivo del estudio que se organizó desde Harvard será identificar las necesidades de cada uno de los involucrados en la formación en negocios -empresas, estudiantes, universidades, profesores- para poder tomar decisiones en cuanto al tipo de educación que se imparte, con foco en Latinoamérica. Esto repercute principalmente en el diseño de los programas, modalidades de cursado, contenido de las materias, actividades de extensión, entre otras", dijo a Campus-iProfesional.com Gabriel Foglia, Decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Palermo (UP) quien representó a esta casa de estudios en la cumbre en Perú.

"La idea es investigar, por un lado, qué es lo que están haciendo las escuelas, y por el otro cuáles son las demandas actuales del mercado respecto de la educación ejecutiva", amplió Sebastián Auguste, director del programa de MBA de la UTDT, quien acudió a la reunión junto con el decano de la escuela de negocios, Juan José Cruces.

Para ello, "las universidades que asistimos nos llevamos el compromiso de difundir este estudio localmente. Por eso, más allá de que a la reunión asistimos cuatro universidades de la Argentina, van a participar muchas más", aclaró Auguste.

Para ello, se encuestarán a las principales escuelas de negocios y universidades con programas ejecutivas acerca de qué contenidos están enseñando y cómo, qué cambios se han producido en las modalidades de enseñanza y en la currícula recientemente, etc. Por otra parte, se consultará a empresas acerca de qué esperan de los ejecutivos graduados de MBA, qué virtudes y defectos encuentran en estos profesionales, etc.

Impronta latina
Según Srikant Datar, el 70% de las tendencias que se observaron en las Escuelas de Negocios de Europa y EE.UU. serán las mismas para los mercados emergentes.

Sin embargo, los expertos consultados disienten en remarcar las similitudes: "Luego de décadas en que el management de América Latina copiara las recetas y modelos anglosajones, ha llegado el momento en que los managers y empresarios de las
regiones emergentes sean quienes tengan modelos para ofrecer", opinó Rivarola.

Probablemente en muchos aspectos los resultados del estudio reflejarán realidades diferentes acerca de los programas de MBA en Latinoamérica, que si bien son herederos de los anglosajones, no presentan las mismas características.

Auguste apuntó que, a diferencia de lo que sucede en EE.UU., donde la cursada del MBA suele ser de tiempo completo durante dos años, en la Argentina y en Latinoamérica la mayoría de los alumnos de la maestría trabajan a la par de la cursada. "Es por eso que ya conocen qué es lo que necesita el mercado y nos lo transmiten de forma directa. Son los alumnos los que marcan las necesidades", aseguró el director de MBA de UTDT.

"Además, la aplicación de lo que ven en las aulas es inmediata, lo cual enriquece siempre el proceso de la cursada con las experiencias de los alumnos", aseguró.

Lomba opinó en la misma línea: "En EE.UU. la razón número uno de los alumnos para ingresar a la maestría es el recruiting, es decir, el ingreso al mundo laboral. Y es por eso que las escuelas de negocios priorizan en su metodología poner en contacto al estudiante con la situación real de empresa. Mientras que los alumnos en la Argentina ya se encuentran trabajando y lo que buscan es dar un giro a su carrera, por eso nuestra metodología es diferente".

Sin embargo, Lomba agregó que existen similitudes con los cursos de MBA en los países anglosajones y eso se reflejará en el estudio: "al nivel de los cambios curriculares, si bien algunas temáticas en la agenda directiva de Latinoamérica difieren de la del resto del mundo, hay temas clave como la ética, la sustentabilidad, o el liderazgo que son compartidos".

A pesar de las potenciales ventajas para la currícula latinoamericana de los MBA respecto de su vínculo con las necesidades de las empresas, "los decanos y directores de los postgrados en negocios nos encontramos frente a grandes oportunidades y enormes retos", indicó Foglia.

"La educación referida a negocios en América Latina crece sostenidamente a la par de la economía y de los desafíos que la globalización genera en cuanto a la formación de personal calificado", dijo el docente de la UP. Y sugirió que algunos de ellos son cómo reclutar a los mejores profesores, incorporar los aspectos locales de cada país a la par de los globales, desarrollar nuevas modalidades de cursado, integrar los aspectos estratégicos con los meramente tácticos y sumar tecnología en el aula y fuera de ella, entre otros.

Resultados y beneficios
Según indicaron los participantes argentinos del encuentro en Perú, los resultados del estudio a nivel regional se harían públicos a fin de este año en un coloquio organizado por Harvard.

"El beneficio para los participantes será que podremos acceder a información relevante para mejorar las actividades que realizamos. Es decir, cada universidad podrá definir su propia estrategia en función a los resultados del estudio a su propia misión y objetivos, a sus recursos", afirmó Foglia.

Aunque aclaró que "la idea no es homogeneizar todos los programas a partir de la investigación, sino que cada escuela de negocios tenga su propia personalidad y pueda responder a determinadas necesidades del mercado en cuanto a capacitación en negocios se refiera".

Por otra parte, Lomba destacó que esta iniciativa "puso de relieve el tema de la educación de los líderes, que más allá de que esté de moda y parezca un lugar común, es necesario investigar en profundidad qué es lo que se encuentra debajo de esta superficie".

"Es un llamado a los educadores a actuar con responsabilidad y visión sistémica. Es necesario que quienes son articuladores entre el mundo del conocimiento y el mundo de los negocios actúen éticamente", agregó.

También Rivarola, desde IAE, opinó que el futuro exigirá cambios profundos a las escuelas de negocios, y que éstos quedaron en evidencia en la cumbre de Perú. "En mercados y negocios cada vez más inciertos y adversos será importante manejarse con mayor elasticidad y apertura. A la par, será distintivo quien pueda tener un mejor manejo intercultural y de generar relaciones de confianza a partir de propósitos comunes".

Por último, Auguste mencionó que más allá de las aplicaciones prácticas del estudio, "será un punto de inflexión en la educación ejecutiva latinoamericana. Hoy hay universidades y escuelas de negocios que tradicionalmente compiten trabajando juntas por el bien común. Creo que eso no se había dado nunca en nuestra historia".