El aprendizaje es acción… ¡y también diversión!

Como han cambiado los tiempos… pensar que uno salía de la universidad con el título y ello garantizaba empleo y seguridad para la familia. Recuerdo haber escuchado, en mi época universitaria(década del 80), que los escenarios iban a cambiar mucho y vaya que cambiaron. Hoy vivimos casi en línea (on line); el estornudo del Rey de España puede ser noticia mundial en un segundo o la boda real puede paralizar el mundo y generar miles de ingresos, por conceptos de derechos y otros, en diferentes lugares del planeta.

La información abunda, sin embargo no es suficiente para generar conocimiento. Lo importante es pasar del saber al hacer. Cuando tomé la decisión de emprender y dedicarme a la capacitación sabía que tendría que hacer algo diferente a lo que venia haciendo, de lo contrario hubiera tenido un debut y despedida al mismo tiempo. En esta senda del aprendiz he aprendido a tomar en cuenta las inquietudes de mis clientes, en este caso las empresas. Lamentablemente no todos valoran la oportunidad que les presenta para aprender, a pesar de ello, está en mis manos dar lo mejor de mi repertorio y actuar desde el fondo de mi alma, para conectar con los participantes ;lo que se conoce como Rapport.

Hoy por ejemplo, acabo de terminar una sesión que se inició a las 8 am. trabajé con 25 personas que salían de trabajar en el turno de amanecida, casi no habían dormido. Cuando llegué a eso de las 7:40 am. las caras que tenían era de pocos amigos, los comentarios eran: “A quien se le ocurrió hacer la capacitación a esta hora” “Tengo hambre, quiero un café para no dormirme” y por último alguien se me acercó para preguntarme cuanto duraba la sesión; cuando le dije 3 horas ya se imaginan la cara que puso (mejor no le cuento). Lo único que hice fue centrarme (respirar) y echar mano a toda mi experiencia; me dije “este será un reto y un nuevo aprendizaje en mi carrera”. Fue increíble como la gente se fue “enganchando” a través de las dinámicas, la música, el baile. Ustedes me podrán decir que solo se divertían, sin embargo logré que se predispongan de la mejor manera para participar y aprender… la verdad es que fue una excelente experiencia de aprendizaje tanto para ellos como para mí. ¿Quién dice que no se puede aprender y divertirse a la vez?

El nivel de estrés y cansancio de la gente es una barrera para el aprendizaje que puede superarse empleando una metodología que tenga en cuenta sus inquietudes. Se han preguntado ¿que barreras de aprendizaje existen en su vida y cuál es el costo que han pagado por ello? Existen barreras como no saber decir NO SE, no tengo tiempo, no dar autoridad a otro, querer tenerlo todo claro todo el tiempo, que nos impiden aprender. Los conocimientos adquiridos son parte de nuestra zona de confort; pensemos en todo lo que hacemos diariamente casi de manera automática (bañarnos, cepillarnos los dientes, atarnos las cuerdas del zapato, etc) luego tenemos una zona de expansión en la que se encuentran los conocimientos que vamos adquiriendo. Por ejemplo, si siempre manejé un auto con cambios automáticos y luego paso a manejar uno de caja mecánica, es probable que me cueste al principio adaptarme. pero luego con la practica ese aprendizaje pasará a mi zona de confort. Hay una tercera zona y es la de miedo; es aquella en la que nos resistimos a aprender, tal como lo señala Leonardo Wolk en su libro “El arte de soplar las brasas”. Esto tiene que ver con la forma en que hemos aprendido de chicos; muchos hemos tenido que soportar gritos o malos tratos de nuestros padres, profesores o algún jefe colérico y todo ello ha repercutido en nuestros comportamientos de adultos.

Actualmente me encuentro en pleno proceso de transformación, estoy camino a certificarme como coaching ontológico y es una experiencia de vida que se la recomiendo. Estoy aprendiendo a mirar de una manera distinta; quitándole peso a mi cuerpo, vivir la vida con menos drama, en otros términos; con liviandad. Estoy comprendiendo que las personas tienen sus propios juicios (fundados o infundados) y que puedo tomar lo que me hace sentido y sino también darle las gracias por haberse tomado la molestia de decirme lo que piensan. estoy aprendiendo a ver la belleza en las personas, a reconocer que mi cuerpo expresa y que es hora de escucharlo. He conocido gente maravillosa que al igual que yo, se están dando la oportunidad de conocerse y ser felices, para luego poder ayudar a las personas a observar lo que no pueden ver de ellos mismos. Como no dar a gracias a Dios por permitirme ser un medio para ayudar a las personas a cambiar su forma de vida y hacer de este mundo un lugar para amar lo que poseemos, en lugar de buscar lo que no tenemos desesperadamente.

Toménse un momento para hacer un alto y reflexionar sobre las oportunidades que tienen si se abren a aprendizaje y pongan en la balanza todo lo que pueden lograr si liberan el potencial que tienen dentro y logran confiar en sí mismos, en otras palabras de ustedes depende el que puedan liderar su vida y alcanzar sus sueños.
Hasta la próxima!