La Responsabilidad Social, Paga
En la medida que el ser humano va creciendo, personal, laboral y profesionalmente, va demandando distintos tipos de recursos que en la formación de su persona requiere para satisfacer otras tantas necesidades, que ya Maslow (por nombrar un clásico) clasificó jerárquicamente. Así, una vez resueltos los requerimientos básicos y elementales, comienzan a inquietar los faltantes emocionales, sociales y espirituales. Las empresas como personas sociales siguen la misma evolución y el Mercado como foro en donde concurren [consumidores-personas] y [proveedores-empresas-personas], actúa también en consecuencia.
Esta es una las razones, que surge de un análisis acotado y simplificado, por las cuales en las economías más maduras y avanzadas, se está hablando cada vez más y con más énfasis de la Responsabilidad Social de las empresas.
Stephen Jordan [1] disertando la semana pasada en Uruguay decía: “Las empresas deben darse cuenta que desenvolverse en un entorno económico donde no prima la confianza eleva los costos operativos y está en su propio interés hacer todo lo posible para adoptar prácticas éticas”. Destacó que la gran mayoría de la inversión extranjera directa —entre 85% y 90%— se dirige a países donde existe un clima de confianza. "La poca confianza tiene incidencia sobre la capacidad de hacer negocios. Hay que construir la confianza", subrayó.
Para algunos, que no hayan profundizado demasiado en esta tendencia, esto puede resultar un intento etéreo más, para mejorar la imagen de algunas empresas o de algunos países. De ahí la importancia de que podamos entender en un lenguaje empresarial y cotidiano lo que el título de este artículo pretende ilustrar, que la Responsabilidad Social Paga. Mencionaremos entonces dos tips que nos ayuden a “aterrizar” esta reflexión.
La eficiencia de las organizaciones tomadoras de crédito: Cualquier empresa que arriesga su capital en la realización de un negocio, se auto impone un objetivo de resultados que por un lado devuelva el capital invertido y que además logre una rentabilidad superior a otra alternativa de inversión.
Pero una organización que además de arriesgar su capital, toma crédito del mercado financiero, tiene, además de una responsabilidad para sí misma o sus accionistas, una responsabilidad para con su proveedor de servicios financieros. Cuando la suma de estas responsabilidades trasciende la capacidad de respaldo que tiene el mercado de crédito, se transforma entonces en responsabilidad social. Lamentablemente hay ejemplos en éstas y otras regiones muy cercanos en el tiempo.
La organización que maneje responsablemente su capital y el de terceros, que invierta con certeza y que maneje sus gastos con austeridad, no porque tiene posibilidad de gastar sino porque tiene la necesidad, seguramente tendrá un mayor retorno medido en términos de confianza de parte del mercado. La información que antes quedaba en el escritorio de algún analista de crédito hoy es requerida por el mercado y no se puede ocultar.
El respeto por el trabajo y el esfuerzo de los colaboradores: Vista la empresa como ecuación macro: empresa = capital + trabajo, necesariamente tenemos que ocuparnos del segundo factor.
La empresa responsable manejará adecuadamente su relación con sus empleados, incluidas las prestaciones salariales y compensatorias. La otra, seducida por las posibilidades que un mercado de trabajo recesivo presenta, quizás pueda caer en el error de abusar de la rotación de su personal, de pagar salarios subvaluados en relación a las competencias y de exigir una dedicación más allá de lo que la persona puede dar en términos normales de carga de trabajo.
Esta última debe recordar que su colaborador es también su cliente, que tiene amigos y familiares, que forma parte de la corriente de opinión, en fin, que es parte del mercado que le ha de evaluar socialmente.
De nuevo, no son tan etéreos los beneficios que se pueden lograr de una correcta conciencia empresarial o en términos más amplios de la Responsabilidad Social.
Referencias:
[1] Stephen Jordan vicepresidente y director ejecutivo del Corporate Citizenship de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos. Fuente http://www.elpais.com.uy/03/11/03/pecono_65359.asp
Autor: Javier Huertas - Ha sido asesor y auditor de diversos tipos de empresas privadas (agencias de publicidad, publicidad en la vía pública, barracas de equipamientos, e industrias exportadoras de la confección). Actualmente es socio de Lucem Asesores.