Lúcete en tu entrevista de trabajo

Pensar que para conseguir un empleo sólo es necesario el currículo perfecto es un gran error. Detrás de una oferta hay otros indicadores que aumentan o disminuyen la posibilidad de contratación, como es el caso de la imagen profesional.

De acuerdo con estudios de la firma Society for Human Resource Management, un 95% de los reclutadores estiman que un candidato con ropa demasiado informal tiene un punto en su contra.

"A veces se piensa que lo mejor para una entrevista es imitar el estilo de la empresa. Por ejemplo, un diseñador o un ingeniero podrían optar por llegar en jeans porque es algo común en la profesión. Pero, cuando se trata de un primer encuentro, hay que esforzarse por mostrar la mejor imagen porque ahí es donde se forma una buena o mala impresión", dice la comunicadora organizacional y especialista en imagen, Maritza Franco Zuñiga.

Sea que la persona esté en busca de un empleo, o se cuente con uno, hay que invertir en la apariencia, porque una organización cuyos colaboradores tienen una mala imagen personal puede tergiversar el mensaje real que pretende comunicar a clientes y prospectos, señala el consultor de Imagen Excellence, David Navarro.

El experto refiere que el asunto de la imagen en el ámbito de negocios se ha adjudicado -en su mayoría- a las mujeres. Los hombres solían considerar que enfocarse en ella es una cuestión innecesaria y sin beneficios, pero esta percepción ha cambiado, debido a que este elemento puede generar buenas oportunidades y estrechar el vínculo que existe con los clientes.

Por el contrario, "una imagen descuidada e incongruente con la filosofía de la empresa comunica desconfianza, incapacidad, deficiencia y falta de profesionalismo, trayendo como resultado baja en las ventas, baja moral e inconsistencia en la relación con los clientes", detalla el consultor.

En ocasiones, agrega, el hombre cree, por la educación recibida, que sólo debe ocuparse de conservar un carácter fuerte y ser líder. "Esto es un gravísimo error", refiere, pues la imagen es vital porque con ella se da un mayor poder de influencia.

Cuando un ejecutivo hace de su imagen una herramienta de venta y trabajo, le resulta más sencillo escalar peldaños y reflejar liderazgo en su área negocio, expresa Navarro.

Abel Gallardo, Master of Science en psicología industrial y organizacional, menciona que un líder puede ser formal y casual a la vez, según su estilo de liderazgo, pero esto no debe opacar su presencia, sino "atraer".

¿Cuál es la presencia física que debe proyectarse? De acuerdo con la consultora Imagen Excellence, existen siete reglas que se pueden aplicar en el sector de negocios para proyectar una imagen profesional de calidad. Toma nota:

1. Ejecutivo de ‘alto impacto'. La apariencia y vestimenta deben respaldar la posición. Si se ejerce un puesto de autoridad y liderazgo, la imagen proyectada debe mostrar: capacidad, conocimientos y experiencia. De nada sirven muchos años de estudio y preparación si la imagen no los proyecta.

2. Elección acertada. Reconocer la forma del cuerpo es crucial para poder proyectar una imagen de alto nivel. De esa manera se podrá elegir qué tipo de ropa te favorece. Ejemplo: un traje de dos botones lucirá mejor en un hombre delgado y de talle corto, mientras que uno de tres será mejor para alguien de baja estatura.

Una camisa de vestir de cuello italiano le va mejor a una persona de cara alargada, mientras que la corbata de rayas diagonales ayuda a ensanchar el torso de un hombre delgado. Un nudo angosto de corbata lucirá mejor en alguien de cara redonda. Los pantalones con valenciana son recomendables para un hombre alto.

3. Cuestión de colores. En cuestión de imagen personal masculina, es importante tener algunas nociones sobre colorimetría, es decir, la armonía que guardan los colores que se usan cerca de la cara con el tono de cabello, ojos y piel. "Todo hombre que aprenda y domine el tema del color en su vestimenta se distinguirá de cualquier otro, proyectando el mensaje que desea y luciendo más capaz y seguro", expresa Navarro.

'Ojo' a propósito de colores: los tonos lisos proyectan más poder que las prendas con patrones como rayas o cuadros, que comunican accesibilidad.

4. Atuendos significativos. Conocer los códigos de comunicación en la ropa también funciona para proyectar autoridad y accesibilidad. La ropa es en sí mismo un código de comunicación no verbal. Por la vestimenta de un hombre se sabe qué profesión tiene y su jerarquía en la empresa (operativo, mando medio, directivo), por citar otros aspectos. Por ejemplo, un código de autoridad en la vestimenta masculina es el uso de mancuernillas (las cuales pueden no ser estrictamente de una marca cara), lo importante es que transmiten poder y autoridad.

5. Fuera de la lista. Existen algunos errores de imagen que pueden poner fin al estilo profesional, entre éstos:

- Usar zapatos sin lustrar, desgastados o sucios.

- Llevar la talla incorrecta en ropa.

- Portar demasiada joyería.

- Utilizar el teléfono celular en el cinturón.

- Guardar la pluma en la bolsa de la camisa.

7. Look impecable. Un hombre de negocios respetable siempre cuida su higiene personal. La pulcritud es bienvenida en el mundo de los negocios, esto incluye peinado, salud de la piel, aroma, aliento, manos y uñas recortadas.