3 tips para cobrar bien por tu trabajo

3 tips para cobrar bien por tu trabajo

A buen vendedor, buen cobrador

El trabajo por cuenta propia implica que los ingresos se generan por la actividad que se desempeña. Si uno no vende lo que hace, no recibe nada por hacerlo.

Obtener el ingreso significa también tener idea de lo que vale el producto o servicio. Eso es especialmente importante en el caso de los servicios porque, a diferencia de los productos, los servicios no se ven y entre más originales sean, más difícil es saber cuánto valen.

Por eso un paso previo antes de trabajar por cuenta propia es investigar precios del producto o servicio al que quieres dedicarte, o de los que sean parecidos; el costo de las cosas que requieres para llevarlo a cabo; la variación que tenga, y el grado de dependencia de insumos.

En el caso de un emprendedor que ha sido empleado, si se dedicará a actividades semejantes a las que hacía, debe considerar cuál era su ingreso como asalariado por prestar ese servicio o hacer ese producto. Dependiendo de las prestaciones que hayas tenido, multiplica por dos o tres el sueldo que tenías, divide entre 30 para conocer tu ingreso diario y luego entre ocho, para tener idea del ingreso por hora.

El resultado se compara con lo que te toma hacer las cosas y lo que valen en el mercado para tener una idea más realista de lo que puedes cobrar. Si como empleado estabas sobrepagado, no puedes esperar un ingreso similar, pero si estabas en precio o subpagado, debes obtener lo mismo o más de lo que recibías.

Adiós a los malos clientes

De poco sirve un cliente con proyectos interesantes, amable y simpático, si no paga o si cobrarle requiere mucho tiempo y esfuerzo. Considera que es mejor una transferencia electrónica que un cheque que puede no tener fondos.

Los clientes tienen sus reglas de pago que debes conocer. Algunos, los menos, pagan de inmediato. Otros hasta en 120 días.

Debes tener tus papeles listos para presentarlos en el momento preciso y hacer lo que fije el cliente.

No es válido pretender que si alguien te ayudó a ser su proveedor deba ayudarte a cobrar. Tampoco puedes suponer que no hay normas o quejarse por no considerarlas. Los retrasos son pérdidas y tienes que evitarlos.

Quienes no pagan en tiempo y forma no deberían ser tus clientes.

Hay que cuidar mucho a los buenos clientes y evitar a los morosos y a los tramposos.

Una forma de cuando menos recuperar los gastos es dividir el pago en varias etapas, por ejemplo 50% de anticipo y 50%, o 30%, 30% y 40%, una vez concluido el trabajo o entregado el pedido, siempre que las reglas del cliente lo permitan.

Si prevés, ganas

Con frecuencia se confunde el ingreso con la ganancia y rara vez se resta de aquél lo que se invierte para obtenerlo. Esa confusión es grave.

La ganancia es lo que queda del ingreso después de pagar los costos y los impuestos.

Las disposiciones fiscales en México hacen que se pague mensualmente sobre el ingreso.

Eso significa que, salvo productos perecederos, el emprendedor debe comprar todos los insumos en el mes en el que recibió el pago.

También debe liquidar artículos y servicios que requerirá con la misma lógica que cobra: con anticipos de 50 o de 30%.

Gastar mensualmente con un ingreso no mensual es abrir la puerta al riesgo de quedarse sin recursos para pagos o de enfrentar el problema de financiar un proyecto con el anticipo de otro, lo cual enreda las finanzas y llama al fracaso.

Manejar dinero es un arte vital para el emprendedor.


Autor: Luz María Silva