Relatos de la Bitácora: La Pregunta Primaria
De nuevo viajando por el sur del continente Americano, una vez más , en esa situación donde no hay nada planeado para el fin de semana y las circunstancias se desenvuelven insólitamente hacia un resultado inesperado, pero completamente alineado con pasión, crecimiento y contribución. En este momento me encuentro, en Lima, después de otra gran experiencia de aprendizaje, con el grupo de Santiago, Chile 2, en la Certificación Internacional de Life Coaching.
Uno no toma el viaje, el viaje lo toma a uno.
Uniendo los puntos
Desde que comencé este proyecto, me doy cuenta que la gente que se conecta con él, es de valores nobles, gente buena, dinámica, que lucha por lo que quiere y está conectada con la frecuencia vibratoria de este movimiento de expansión. Este viaje en particular une varios puntos que en el momento consideré irrelevantes, pero ahora me doy cuenta que tiene su razón de ser. En el vuelo a Santiago me encontré con Alejandro Szilagyi, uno de los pensadores y coaches ejecutivos más brillantes de la región. Lo conocí a través del Dr. Jan Moller, por allá en el 2007. Alejandro, me invitó a ser parte de su grupoMastermind y hemos estado coincidiendo en eventos, charlas y talleres desde entonces.
En el avión conversamos acerca de nuestros proyectos, viajes y planes. La conversación se volcó hacia uno de las herramientas más poderosas del proceso de Life Coaching: La pregunta primaria o pregunta motora, presentados en los programas del Life Coach , de Anthony Robbins. Permite estar consciente de las preguntas que nos hacemos y al ir explorando, hacia aquella que dirige tu foco e intención, cambia la forma cómo te sientes ante la realidad.
"Uno no toma un viaje, el viaje lo toma a uno"
Coaching nos enseña acerca de la calidad de preguntas que realizamos y cómo ese proceso indagatorio, sondeando posibilidades permite que el coachee llegue a conclusiones lógicas, basadas en posibilidades nuevas, donde antes veía solo obstáculos, pero, ¿y qué de las preguntas que nos hacemos internamente? Sabemos que uno de los 3 patrones que rige la estructura emocional, que a su vez genera decisiones, que se convierten en acciones, es el patrón de pensamiento. Allí están los 60000 pensamientos al día, la comunicación interna, crítica y potenciadora junto con las preguntas que generan esos pensamientos.
Uno de los conceptos que tuvo el mayor impacto para mí durante el Mastery University con Anthony Robbins fue el de la pregunta primaria. De acuerdo a Tony, es la pregunta dominante que nos hacemos de forma recurrente y que determina, el darnos cuenta, acerca de la experiencia que vivimos, configura nuestro punto de enfoque, y por resultado lo que creemos que nos da placer y ocasiona dolor. A lo que enfocamos amplificamos y eso se convierte en nuestro objetivo. Cómo vamos?
Si, por ejemplo, tenemos una historia de relaciones románticas que consideramos insatisfactorias o inclusive dolorosas y fallidas, como resultado de su interpretación, podríamos asumir una posición con respecto a las relaciones, con la pregunta ¿Esta relación volverá a fallar? ¿Cómo puedo estar seguro o segura que no me dejará de nuevo? O ¿me amará por la mañana? .De acuerdo a la intensidad emocional y el punto de enfoque esto se podría convertir en una profecía que se cumple sola. Lo que temes ya está aquí. Inconscientemente el cerebro estaría apuntando hacia el fracaso. Enfocándose a los defectos del compañero o compañera, en lugar de las áreas en común y lo maravilloso de coexistir con alguien que está allí para ellos.
¿Cuál es el filtro con que ves las siguientes situaciones y qué pregunta motora te haces?
¿Antes de hablar en público?
¿Antes de una reunión de negocios?
¿Antes de una discusión con tu pareja?
¿Ante las finanzas?
¿Ante los planes no realizados?
¿Ante la posibilidad de ascenso?
¿Ante oportunidades que contemplan riesgos?
¿Cuál es tu pregunta motora al levantarte en la mañana?
¿Cuál es tu pregunta primaria ante la vida?
Fue tu pregunta primaria la que creó gran parte de las experiencias de tu vida que la reafirman y la soportan. Al cuestionarte ¿Por qué nada me sale bien? tendrás experiencias, recuerdos y situaciones que enfatizan tus limitaciones y reducirán tu nivel de autoestima y felicidad. Tu pregunta primaria, nació de una experiencia que interpretaste de cierta manera, construiste alrededor de ella una historia, que no ha sido explorada por otra perspectiva, es tu realidad, pero sigue siendo una historia.
Una vez que aceptamos el inmenso rol que juega nuestra pregunta primaria para crear plenitud, podemos conscientemente reinstalar una, que viva cónsona con nuestro criterio de plenitud y felicidad. La calidad de nuestras vidas está íntimamente ligada a la calidad de preguntas que nos hacemos. Tales como ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Por qué siempre me sucede esto? ¿Cómo voy a hacer para que me quieran? ¿Me aceptarán? ¿Porque no puedo vender? Lo que producen son espirales descendentes de energía. Quizá tu capacidad podrá vencer esta espiral y lograr el objetivo, pero a que costo emocional?
La pregunta primaria al igual que las creencias, deben ser investigadas desde otra perspectiva. Conectándote con el campo de la plenitud, el crecimiento y el sentido de contribución. Deben ser fáciles de retener y producen paz hacia lo que vas a experimentar durante cada momento de cada día.
Me di cuenta que estaba realizando preguntas inadecuadas con una gran carga negativa, que me hacían esconder detrás de máscaras, miedo e inseguridad. Al reflexionar e internalizar el poder de las estas, logré un insight (punto de luz), importante en mi vida, eso se resumió en mi pregunta primaria que rigen todas mis preguntas internas. En otras palabras, al darme cuenta, me explotó la parte de atrás de la cabeza!
¿Cómo puedo agradecer a Dios por mis talentos para diseñar, crear y enseñar una vida extraordinaria y así ser una fuente de inspiración para mí y para las personas que amo?
Preguntas Primarias Potenciadoras
¿Cómo puedo resolver esta situación a la que enfrento con certeza y compasión?
¿Cómo puedo inspirar a otros a que puedan conectar con su magnificencia y puedan ver lo que yo estoy viendo en ellos?
¿De qué forma puedo hacerlo mejor?
Antes de una charla: ¿De qué forma puedo contribuir al crecimiento y éxito de este gran grupo de personas?
¿De qué forma puedo estar en paz con el resultado que me presente?
¿Cómo puedo servir?
Aún hay mucho por aprender al conocer nuestro código interno. Los viajes, proyectos y las personas que atraemos a nuestro campo de energía son producto de cómo vibramos ante la vida. Este viaje continúa hoy, lo que sucede será una apertura hacia lo desconocido, otro llamado a la aventura, una visita a una montaña, una ola a surfear, una lección potenciadora a presentar, o un nuevo aliado al equipo. Todo está bajo la forma en que respondes: ¿A qué me estoy enfocando? ¿Qué significado le doy? y ¿Qué voy a hacer al respecto?
Alejandro Szilagyi, ahora recuerdo, fue quien me refirió a Sergio Mendez, CEO de Panamerican Consulting, de Guatemala. Allá por el año 2006 ó 2007, con él trabajaba un joven Giovanni Moran quien es hoy el CEO del grupo BURO y quien a su vez me invitó como Conferencista en el Human Capital Fórum. Durante ese evento, conocí a Andres Freudenberg, quien ahora dirige el movimiento de Life Coaching en Chile y Perú. Lo demás es una historia que todos conocen y es la razón por la cual escribo estas líneas desde LIMA, como parte del proyecto Certificación Internacional de Life Coaching.
El viaje continua. Hoy salgo a un surfing safari aprovechando éstos tres días y que quizá me lleve de nuevo a la legendaria ola de Cerro Azul, pero de esa experiencia conversaremos en otro relato desde la bitácora del Life coach.
Los puntos se siguen uniendo.
Carpe Diem. Sigan sus sueños…