Brainstorming, un juego con reglas propias
Según un reciente estudio dirigido por el profesor de INSEAD, Karan Girotra, los managers suelen concentrar la mayor parte de su atención en el tramo final de los procesos de investigación y desarrollo de productos.
Los momentos creativos iniciales, por el contrario, suelen encararse con menor rigurosidad.
Por lo tanto, muchas organizaciones acaban dedicando grandes recursos a desarrollar prolijamente productos surgidos de ideas que no han sido correctamente seleccionadas.
Ahora bien, para evitar estas situaciones, es importante concentrar esfuerzos en mejorar el momento inicial del desarrollo: el Brainstorming.
Diversas investigaciones sugieren que pueden maximizarse las probabilidades de generar buenas ideas si el Brainstorming sigue un método con reglas claramente definidas.
Veamos algunas propuestas surgidas de la literatura y la práctica sobre la formación de ideas creativas:
La teoría de Amabile
En un experimento de laboratorio realizado por los expertos en innovación Teresa Amabile y Terri Kurtzberg, se asignó una misma tarea creativa a dos grupos de estudiantes de diseño industrial.
El primer grupo desarrolló un clásico Brainstorming. A los integrantes del segundo, se les pidió que trabajaran individualmente con la consigna, para luego pasar a la situación conjunta.
En promedio, el segundo grupo produjo ideas de mejor calidad. Pero tanto la mejor como la peor idea fueron producidas por aquellos que trabajaron directamente en un clásico Brainstorming.
La teoría de Amabile también predice que la motivación hacia la tarea, el dominio de la misma y la creatividad de los procesos pertinentes afectan la creatividad individual. A esta disposición individual se suma la calidad del entorno en el que se desarrolla el proceso creativo, afectando a todo el grupo por igual.
El método de Brainstorming de IDEO
IDEO es una compañía estadounidense radicada en Silicon Valley que diseña productos para 40 industrias, todas ubicadas entre las primeras 50 del ranking de Fortune.
Según los investigadores Andrew Hargadon y Robert Sutton, los extraordinarios resultados de IDEO en materia de innovación se deben, entre otros factores, a la aplicación de un conjunto de buenas prácticas en la creación y la gestión de sus ideas.
Y, entre estas prácticas, se encuentra su modelo de Brainstorming.
Cuando llega un pedido, la organización reúne a un grupo interdisciplinario. En una reunión para diseñar una silla, por ejemplo, puede haber un biólogo, una antropóloga, un diseñador industrial, un programador y un ingeniero.
Uno de ellos, elegido al azar, estará de pie y tocará una campana si alguno de los participantes no está siguiendo las reglas básicas del Brainstorming, escritas con grandes letras en todas las salas de la compañía:
1) Evite juzgar
2) Construya a partir de las ideas de otros
3) Una conversación por vez
4) Aliente ideas salvajes
Suena simple, parece claro, pero no es muy frecuente en la mayoría de sesiones de Brainstorming. Los resultados de este método estructurado de generación de ideas están a la vista en los más de 3000 productos innovadores salidos de los centros de desarrollo de IDEO.
Autora: Nuria Nelli - Socióloga. Estudiante de la Maestría en Estudios Organizacionales de la Universidad de San Andrés