Timidez vs. Entusiasmo en una entrevista de trabajo
La diferencia entre ser tímidos o entusiastas en las entrevistas de trabajo es toda la del mundo, en una no habremos hecho nada diferente a los demás candidatos que se están entrevistando para la misma vacante, y la segunda no sólo puede ganarnos la simpatía de quién nos entrevista sino que se puede convertir en una oferta de trabajo bastante atractiva.
Ni la timidez ni el entusiasmo son partes de nuestra personalidad sino que son hábitos a corregir o a adquirir. Ambas se originan de la misma forma: en nuestros pensamientos. Todos hemos creído erróneamente que los sentimientos originan pensamientos pero no es así, los pensamientos son los que originan en el corto y mediano plazo nuestra forma de sentir.
Parece que muchos entrevistadores han tomado clases de cómo hacernos la vida de cuadritos en la entrevista por lo mismo que quieren evaluar si somos seguros de nosotros mismos, si dejamos que nos afecte nuestro entorno o si somos maduros e independientes de pensamiento.
¿Qué es lo que sucede en las entrevistas para que nos pongamos nerviosos? Un entrevistador antipático, que no se preste a romper el hielo, huraño, malhumorado y hasta agresivo. Al tener frente a nosotros un entrevistador así, nosotros nos ponemos nerviosos no porque el entrevistador haya estado así, sino porque nosotros decidimos tener pensamientos negativos. ¿A qué me refiero con pensamientos negativos?
A que en vez de estar poniendo atención al contenido de la entrevista nos estamos enfocando a la forma de la misma sin darnos cuenta que ésta puede ser simplemente un escenario artificial creado por el entrevistador para evaluarnos. Al empezar a tener pensamientos tales como:
- Seguro que el entrevistador ya me odia.
- Le estoy quitando parte de su tiempo.
- Seguro dije una barbaridad sin darme cuenta y el entrevistador ya se lo notó.
- Creo que ya se dio cuenta que no me lavé los dientes
Te tengo una noticia: La Química no es recíproca, a qué me refiero con esto, a ti te puede caer mal una persona (en este caso el entrevistador) pero si tú haces caso omiso de su actitud y no dejas de hacer derroche de encantos en la entrevista tal vez a ti el entrevistador te haya caído muy mal, pero tu a él seguramente le caíste de maravilla.
Te tengo otra noticia, un entrevistador experimentado va a usar estas técnicas de intimidación A PROPOSITO para evaluar si eres seguro de ti mismo o no. Por un lado te va a preguntar: Gonzalo ¿eres seguro de ti mismo? Y tu obviamente vas a contestar. "Por supuesto". (Hasta la fecha no he conocido a nadie que diga que nó en esta respuesta.)
Bueno, pues como seguramente al entrevistado le ha pasado lo mismo que a mí, ya querrá él evaluar si como roncas duermes. Y cómo lo va a hacer, pues poniéndote mala cara en todo el transcurso de la entrevista para que le DEMUESTRES que en verdad eres seguro de ti mismo.
¿Y si tu llegaras a la entrevista sabiendo de antemano que el entrevistador va a usar técnicas para estresarte pero que le estas cayendo estupendamente bien aunque el no lo demuestre? ¿Cómo cambiarían entonces tus pensamientos?
- Míralo que serio, si supiera que ya le caché sus trucos.
- Se que aunque tenga esa cara de enojado yo le estoy cayendo súper bien.
- Qué bien me está yendo en la entrevista.
- Qué bien me siento hoy.
Así es como esto sucede, no sólo en las entrevistas sino en la vida en general, cuando estamos con una gente huraña, esta persona no nos invita a volvernos extrovertidos y entusiastas, sino como que nos contagia su mal humor. Si esto sucede no habremos hecho entonces ninguna diferencia con los demás candidatos porque ellos también van a haber estado malhumorados y serios.
Sin embargo, si tú eres consciente de que él no te debe contagiar su estado de ánimo y que tú debes estar entusiasta y alegre a pesar de él, él tal vez no te haya caído bien a ti, pero tú a él si le vas a haber caído bien a pesar de su seriedad, entonces tú sí vas a haber hecho diferencia entre los demás candidatos serios y cuando tengan que hacer una elección tú eres de las primeras personas que estarán en sus mentes.
Por supuesto que es indispensable que llenes el perfil que requiere la vacante, pero primero se tienen que enamorar de ti como persona y luego como empleado, entonces tú, si como persona muestras integridad, entusiasmo, deseos de superación, lealtad e interés por el trabajo y la empresa en cuestión, aunque cubras en un 90% el perfil te garantizo que vas a tener más posibilidad que alguien que llegue a tener el 100% del perfil pero como persona no los haya convencido completamente.
No sabes la cantidad de oportunidades que pueden llegar a aparecer en tu vida con un simple y sencillo cambio de actitud. Haz la prueba y compruébalo por ti mismo
Autora: Alba Alamillo