¿Se anima a ser un líder?

¿Se anima a ser un líder?

Se habla del liderazgo en las empresas como algo que sólo pueden manejar aquellas personas con cargos gerenciales. La sola mención de su palabra suscita una aura de misterio y solemnidad. Todos hemos sido educados e influenciados bajo la concepción que el líder es aquella persona magnética, carismática, potente, que conduce grandes tareas y es seguido por multitudes que lo admiran.

Esta creencia generalizada, que deviene de una larga cadena de sucesos históricos, no ha hecho mas que confundirnos y hacernos creer que los lideres son aquellos elegidos que han hecho una larga carrera académica y/o laboral. Mientras que el resto de los mortales que no estén en algún puesto de mando no pueden ejercer el liderazgo. Craso error. Esta ha sido la causa de tanta frustración y falta de motivación en el mercado laboral argentino.

La realidad es que todos podemos ejercer el liderazgo en todas las áreas de nuestras vidas. No se trata de actuar autoritariamente o querer controlar a otros. Ni de ser empleados o jefes. El arte de liderar empieza con nosotros mismos, comenzando a cultivar hábitos que nos beneficien fisica-mental y afectivamente y desde allí participar a los demás de ello
 

Aquí van algunas sugerencias para que empiece a degustar en usted el arte de liderar en tu vida.

  • Asuma el liderazgo en pequeñas cosas: Liderar consiste en asumir y manifestar la iniciativa respecto a ciertos cambios que sentimos y consideramos convenientes realizar. Se puede comenzar a efectuar cambios en pequeñas cosas de nuestro trabajo: Tratar mejor a los demás, organizar una salida con nuestros compañeros, plantear una reunión de trabajo para efectuar cambios positivos. Lo importante es entender que liderar es ponernos en marcha hacia aquello que deseamos y comunicarlo a los demás a fin de participarlos de ello. Por ello efectúe un listado de aquellas “pequeñas actividades” que desee liderar en su vida, dentro y fuera del ámbito laboral. Luego manos a la obra.
  • Examine sus pre-conceptos: La mayoría de las veces no actuamos ni asumimos el liderazgo debido a que nos da miedo la responsabilidad que ello implica. Sentimos que no estamos a la altura de ser lideres. Creemos que el liderazgo es una habilidad para unos pocos elegidos. Aunque no lo admitamos estamos muy influenciados por los modelos bíblicos que muestran grandes patriarcas rodeados de un halo de energía divina. De esta manera nos auto limitamos. Es hora de cambiarlo ya que ello está al alcance de cualquiera. Comience a escribir una lista de las creencias que tiene acerca de la posibilidad que usted lidere algo en su vida. ¿Se cree capaz? ¿Considera que es algo difícil? Es importante que vuelque en una hoja todas las ideas que pueda tener al respecto. Luego junto a otras personas de su confianza chequee cuan verdaderas y reales son estas creencias. Quizás se lleve una sorpresa.
  • Liderazgo estático vs. Liderazgo dinámico: Es importante comprender que más allá de los cargos en una empresa, todos podemos asumir el liderazgo de manera provisoria. De hecho durante el día contamos con innumerables oportunidades para liderarnos. Podemos ser empleados o jefes. Lo que nos impide ejercer dicho liderazgo es la creencia que ello será algo estático e indefinido y ello nos asusta. La realidad es que podemos liderar acorde a las necesidades de ese momento y ceder luego esa posición a otra persona más calificada para la tarea. Ello constituye el arte del liderazgo flexible, dinámico y relajado. Como en la vida, nada es estático, todo fluye en continuo cambio.

 

Por: Lic. Pablo Nachtigall