La parte altruista de la productividad
Este artículo surgió después de asistir a un concierto de Facundo Cabral, al cual me invito mi hermano junto con mi esposa, en verdad fue un gran momento productivo; quienes han asistido a mis entrenamientos saben que el descanso y los buenos momentos en familia también son acciones productivas.
Uno de sus mensajes es sencillamente poderoso, pide a cada persona ser feliz, y narra con entusiasmo el momento en que su padre le dijo: “El día que dejes de pelear empezaras a vivir, por que las dos cosas no se pueden hacer al tiempo”.
Pues bien sus palabras alimentaron en mí, el deseo de “conjugar la productividad”, pues creo que cuando entreno a otros en productividad y también cuando práctico mi productividad estoy buscando y gracias a Dios encontrando otra forma de felicidad o regocijo en defensa de las personas y su entorno. Veamos, leamos y sintamos:
YO
¿Y si al concentrarme en mi productividad encuentro espacio y tiempo para mi descanso y ocio?
¿Y si al ser productivo busco la mejor forma de ganar tiempo para compartirlo contigo?
¿Y si al ser productivo encuentro calidad de vida para compartir?
TU
¿Y si tu productividad me apoya en mi productividad para ser equipo?
¿Y si tu productividad me sirve de ejemplo, guía y pauta de acción?
¿Y si tu productividad me motiva a ser mejor, servirme y servir a otros?
EL O ELLA
¿Y si al ser productivo(a) rescatas sueños olvidados y los realizas conmigo?
¿Y si al ser productivo(a) creces y te dignificas?
¿Y si al ser productivo(a) te cuidas y me cuidas?
NOSOTROS
¿Y si nuestra productividad nos permite encontrarnos y…?
¿Y si al transformar nuestras organizaciones en empresas altamente productivas, nos estamos cuidando?
¿Y si al ser productivos(as) estamos demostrando gratitud por nuestra empresa?
VOSOTROS
¿Y si sois productivos y con ello os convertís en un equipo de líderes de la felicidad, el amor, la paz y los buenos resultados?
¿Y si vosotros con tu ejemplarizante productividad estáis exhortando al optimismo?
¿Y si vuestra productividad es también mi felicidad, tu felicidad, nuestra felicidad?
ELLOS
¿Y si ellos elevan su productividad y con su actuar me invitan a ser más productivo?
¿Y si ellos con su productividad nos dan ejemplo a quienes les rodeamos?
¿Y si ellos asumen responsablemente su productividad integral y nos beneficiamos todos?
Prevalecer como personas y comunidades altamente productivas, es justo lo que yo, tu, él, ella, nosotros, vosotros, y ellos necesitan. Claro que para ello es vital concebir la productividad de manera integral; es decir, en lo personal, familiar, laboral, social,… encontrando el balance entre lo efectivo en la gestión y lo afectivo entre personas, la acertividad en los resultados y la asertividad en las relaciones, los buenos productos y los gratos momentos, el liderazgo humanamente exigente y los seguidores solidariamente respetuosos, la gestión en equipo y el debido respeto por los logros individuales,...
Aunque lo deseo no me extenderé explicando la productividad en cada una de las áreas de la vida, en cómo alimentar las fuentes de energía productiva para elevar los resultados y enaltecer los medios. Por ahora me despido dejando un mensaje y una tarea:
Construyamos organizaciones altamente productivas con personas que tengan la capacidad de pensar, decidir, actuar y visualizar las necesidades presentes y futuras de las personas, la empresa, los clientes, los proveedores, el entorno, la sociedad, la comunidad,…
Construyamos un mundo de calidad integrando la fe al trabajo y a la vida, abriendo un espacio a lo humano y espiritual, despertando a una forma de vida llena de esperanza, amor, diversión, libertad, paz y rodeándonos de gente noble, buena y optimista, como tu porque con seguridad eres noble, bueno y optimista.
Tomado, editado y ampliado de mi libro “Empresas altamente productivas”