¿Porque nos llaman la atención los rumores? ...¡Manéjalos con Coaching!

¿Porque nos llaman la atención los rumores? ...¡Manéjalos con Coaching!

 “En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por la práctica de su conocimiento, con alto respeto. Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:

¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo? 

Espera un minuto, replicó Sócrates. Antes de decirme cualquier cosa querría que pasaras un pequeño examen.

Es llamado el examen del triple filtro.

¿Triple filtro?

Correcto, continuó Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea tomar un momento y filtrar lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.

El primer filtro es la verdad: ¿estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? 

No, dijo el hombre, realmente sólo escuché sobre eso y... 

... Muy bien, dijo Sócrates. ¡Entonces realmente no sabes si es cierto o no!

Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad: ¿es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?

No, por el contrario...

Entonces, continuó Sócrates, tú deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. Tú puedes aún pasar el examen, porque queda un filtro; el filtro de la utilidad:

¿Será útil para mí lo que vas a decirme de mi amigo?

No, realmente no.

Bien, concluyó Sócrates. Si lo que deseas decirme no es cierto ni bueno e incluso no es útil, ¿por qué decírmelo?”

¿Cómo lo sientes la historia?

Entonces, ¿Porque dentro de nuestro comportamiento nos llaman la atención los rumores? Nuestro lenguaje está sujeto a distintas interpretaciones, cada persona actúa de acuerdo con el sistema social al que pertenece; empresa, familia, región, país… nuestros juicios sobre otros nos permiten evaluar la efectividad de sus acciones desde nuestro particular punto de observación, lo cual nos genera una visión y un contexto de las personas y de las situaciones para tomar decisiones futuras, el divulgarlo de manera mal intencionada es lo que da origen al rumor.

El lenguaje nos permite hablar sobre lo que nos sucede, lo que observamos en otros y también el lenguaje hace que sucedan cosas, es decir, el lenguaje es potencializador generativo o degenerativo, permite describir la realidad y además crea realidades verdaderas o falsas, en otras palabras alteramos el curso espontáneo de los acontecimientos.

Al expresarnos de algún modo o al guardar discretamente silencio ante los comentarios de otros, abrimos o cerramos posibilidades para nosotros mismos y muchas veces para otros, es decir modelamos nuestro futuro y el de los demás, modificando la forma como seremos vistos por lo demás y por nosotros mismos.

Estemos conscientes de ello o no, los rumores siempre hablan de quienes los emiten

Las personas y el rumor
Existen quienes sienten la necesidad de ser incluidos en rumores, su premisa de vida pareciera ser: “Que hablen bien o mal, pero que hablen”, quizá con sus actuaciones generan rumores de ellos mismos pues consciente o inconscientemente su vida gira en ser protagonista o centro de rumores.

Otras personas, toman como verdaderos los rumores y se cierran a la posibilidad de
comprobarlos, de manera que establecen sus acciones de acuerdo con lo que han escuchado de algo o de alguien.

El deseo de difundir
Algunos creen que contar lo prohibido es una forma de dejar salir las presiones internas e incluir algo de emoción, lo cual es peligroso si no se entiende la responsabilidad de los
comentarios, las consecuencias en el ambiente social o en la producción laboral.

Aunque no es tema de este artículo, es importante destacar que existen empresas y estrategias corporativas que se fundamentan en la generación de rumores positivos que potencializan planes de desarrollo que se apalancan en este “estilo de comunicación” informal, efectivo y de bajo costo.

¿Qué hacer, si sientes el deseo de difundir un rumor?

Pregúntate:
¿Es una especulación?
¿Generará un ambiente negativo?
¿Es un mecanismo de distracción en el trabajo?
¿Qué hacer, si eres sujeto de un rumor que no aporta para tu desarrollo profesional?

Pregúntate:
- ¿Cuál es mi responsabilidad sobre el rumor?
- ¿Cuáles son las causas del rumor y de donde surge?
- ¿Qué imagen estoy proyectando?
- ¿Cuál es la imagen que quiero reflejar?
- ¿Qué información estoy revelando y cual ocultando o cambiando?
- ¿Con quienes estoy compartiendo información personal o privilegiada?
- ¿Cómo puedo socializar la información correcta?
- ¿Cómo puedo hacer partícipe a la mayoría de personas involucradas para que accedan a la información correcta?

¡Con gratitud y amor!