La simplicidad voluntaria o downshifting, entre mas simple mejor.

La simplicidad voluntaria o downshifting, entre mas simple mejor.

Alguna vez se han preguntado si la vida sería más sencilla si no anduviéramos metidos en tanta cosa? O ¿Si no tuviera tantos gastos, podría invertir ese dinero en diversión, viajes, bienestar, etc? Tal vez muchos de ustedes hayan podido leer últimamente diversos artículos que están inundando las redes, cada vez con nuevas tendencias de vida (neosolteros, mindfulness, etc) basadas en la simplicidad de la vida, si, entre más simple ¡Mejor!

Pues bien, es que el concepto de felicidad ha evolucionado a medida que las nuevas generaciones la han ido encontrando en las cosas menos materiales y si en los intangibles; como el hecho de trabajar en lo que te apasiona, en aquello que te hace vibrar el corazón, en las relaciones sanas, esas de amigos y amores tranquilos, con menos drama, en los estilos de vida verdes, sostenibles, con alta sensibilidad social y ambiental, en lo natural y también lo espiritual. Si, pueda que sean muy tecnológicos pero para facilitar y mejorar su calidad de vida y no para complicarla. Los llaman los millennials pero no hablaremos de ellos ahora. Las generaciones anteriores, la de nuestros padres, o la de alguno de nosotros (entre los 30s y 40s) por ejemplo, basaron su concepto de felicidad al éxito de poseer casa, carro, beca y tener una familia, pero no necesariamente bajo la premisa de que “Aun teniendo todo eso, soy feliz” ¿Por qué? Fácil, entre más posees, más tiempo requieres para pagar por ello, lo que implica menos tiempo para ti y los tuyos, lo que en últimas, alegra el alma.

La simplicidad voluntaria o también conocida como Downshifting (decrecimiento o reducción de marcha) nace de alguna manera de la reflexión de reducir el estrés laboral y de la vida. Y es que entre más ocupaciones y responsabilidades tengas, más tiempo necesitarás para cumplir con todo ello, por lo cual la simplicidad postula:

“Eliminar el exceso de posesiones y actividades que producen desorden físico o mental, o que son incompatibles con nuestros valores más importantes”.

Cuando amas y te apasiona lo que haces, existe la motivación a diario para ser feliz, porque sientes que contribuyes con tu propio talento al éxito de una marca o de otros; trabajas en algo satisfactorio y con sentido para ti que te permite expresar tus habilidades y talento único y creativo, y que supone una contribución a la sociedad. De esta misma se desprende otra de las premisas, y es que desarrollas tu actitud compasiva y de trabajo social, de ayuda a los demás de manera desinteresada representada en un voluntariado o simplemente, contribuyendo al bienestar de otro(s).

Y como una cadena de todo, la sensibilidad hacia otros no es más que el resultado del trabajo individual representado en el crecimiento personal y espiritual, es decir, otro de los postulados del downshifting; desarrollar nuestro interior o inteligencia espiritual, a través de la meditación, la oración, la escritura, la conciencia del presente, e incluso, practicando yoga u otras prácticas religiosas o espirituales nos permite desarrollar un sentido profundo de paz y alegría, aprendiendo a vivir el presente y disfrutar el milagro diario que es cada instante de vida. Sobra decir lo que esto implica en términos de mejorar nuestra manera de relacionarnos con nuestra familia, amigos y pareja.

Como lo mencionaba en otro post sobre vida saludable, cuidar de mente, espíritu y cuerpo, y es que éste último, no se queda por fuera dentro de los postulados; “cuidar nuestro cuerpo con una alimentación sana, rica en alimentos no procesados, y hacer ejercicio regularmente, caminando, yendo en bicicleta, corriendo o con otras actividades que ayuden a aumentar nuestra conciencia del cuerpo y que no son competitivas. Ser más autosuficientes en nuestras necesidades diarias, aprendiendo a reparar nuestras cosas o practicando el intercambio de servicios con amigos y conocidos. Depender menos de la forma de transporte “un carro por persona”, y buscar métodos alternativos de movilidad sostenible como caminar, la bicicleta y el transporte público.” Ah, no olvidar el reciclado, una manera de mejorar nuestra conciencia sobre el medioambiente y relacionarnos con nuestro entorno.

Finalmente, los dejo con algunos de los 101 mandamientos del Downshifting, si empiezan a practicarlos y ven que la cosa mejora, me cuentan ¡Vayan chuleando! 😉

1- Cancelar todas las tarjetas de crédito menos una, reservándola para las emergencias.
2- Tener una sola cuenta bancaria y pagar siempre en efectivo. (Libertad financiera)
3- Llevar al día una libreta de gastos.
4- Hacer por uno mismo las reparaciones del hogar.
5- Renunciar al carro o comprar uno de segunda mano.
6- Usar el transporte público o compartir el vehículo con los compañeros de trabajo. (Carpooling)
7- Vivir lo más cerca del trabajo, de forma que se pueda comer en casa e ir y venir andando.
8- Organizarse el trabajo para hacer 30 horas o cuatro días por semana.
9- Dejar de fumar.
10- Perder peso.
11- Reducir el estrés todo lo que se pueda.
12- No llevar reloj si uno no lo necesita. (Solo existe el presente)
13- Hacerse socio de la biblioteca para no tener que comprar, en lo posible, libros ni revistas.
14- Salir de compras sólo cuando sea necesario, y comparar los precios con otras tiendas.
15- Comprar ropa y muebles de segunda mano. (Opcional, todavía no lo hago)
16- En general renunciar a gastos superfluos. (Ya casi)
17- Veranear en un camping mientras se alquila la casa propia.

Y para Uds ¿qué es vivir la vida simple?

Libros y artículos que inspiraron este post:
El viaje a la felicidad – Eduardo Punset
El nudo Eterno – Jorge Bonilla
La Simplicidad voluntaria


Me despido con este corto video de dos minutos, tú escoges cada segundo la vida qué quieres vivir ¿Qué eliges? 

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