El Legado del Músico

El Legado del Músico

¿Habrá similitud entre un músico y un empresario?

¡Por supuesto que sí! Piense, amigo lector en las diferentes tareas que debe llevar a cabo un emprendedor. Comencemos por la Creatividad, pasemos por la Preparación y finalmente por la Ejecución.


CreatividadLuego de escuchar o mejor aún, presenciar el Preludio y Fuga en Do Menor de la obra El Clavecín Bien Temperado de Johannes Sebastian Bach, queda una sublime sensación de asombro. ¿Cómo es posible acomodar tantas veces la misma melodía, en diferentes voces, entrando en distintos tiempos, y a la vez armonzando? ¡Es sencillamente increíble! ¿Y no hace lo mismo el emprendedor? ¿Cuántas veces debe “trabajar con las uñas”, especialmente el microempresario, cuando el mercado le apremia y los plazos se terminan? No es de extrañar la enorme dosis de inventiva existente en esos colegas, profesionales, empresarios, ejecutivos y vendedores, de la cual echan mano cuando las crisis económicas y comerciales acechan.


Preparación
“Cuando hayas terminado de pasar las habichuelas de un lado al otro de la mesa, habrás aprendido esta obra.” Estas fueron las palabras de un viejo maestro de guitarra clásica a su alumno cuando éste último le preguntó porqué el maestro nunca se equivocaba. ¿De dónde la relación entre las semillas y la música? Del siguiente principio dado por el maestro a su joven discípulo: “Mira este puñado de habichuelas en este extremo de la mesa. Ejecuta el pasaje más difícil de esa obra. Cuando lo toques a la perfección, mueve un grano al otro extremo de la mesa. Cuando hayas pasado todas las habichuelas, habrás aprendido el pasaje. Haz lo mismo con el resto del Preludio, y con todas las obras que estás estudiando.” De la misma forma, el emprendedor, al igual que el vendedor, debe prepararse antes de presentarse ante su clientela. No puede darse el lujo de llegar sin el conocimiento adecuado sobre su producto, y sobre todo, sobre su cliente mismo.


Ejecución
El el solista, al igual que el microemprendedor, se encuentra solo ante su público o su mercado. Es el único responsable de sus resultados. Por tanto, ha de preocuparse por no cometer el mínimo error. Cuida todos los detalles, así pase noches sin dormir, en aras de brindar un espectáculo perfecto, sea artístico, sea comercial. Lo mismo aplica al director y en general, a quien se desempeñe brindando cualquier servicio a sus semejantes.