Previsión, adaptación y ejecución.

Debemos tener la suficiente anticipación para ver los problemas en nuestro entorno profesional (ya sea como trabajadores si vemos que puede haber un ERE a medio plazo, ya sea como emprendedores si vemos que el mercado nos puede fallar). Hay que estar siempre en alertas ante posibles cambios y contar con una suficiente
previsión.

Una vez tengamos localizado un problema que nos pueda afectar, debemos ser capaces de adaptarnos y evolucionar, ya sea con formación para cambiarnos de puesto laboral, ya sea aprendiendo idiomas si creemos que tenemos que irnos a trabajar a otro país. Hay que estar preparados para cambiar nuestro enfoque profesional.

Y por último, lo más importante, debemos ser capaces de ejecutar los cambios que sean necesarios en nuestra vida y pasar directamente a la acción, sin miedos ante la incertidumbre.

En resumen: Los ciclos de incertidumbre o crisis no deben paralizarnos, sino todo lo contrario, debemos movernos, anticiparnos a los problemas, ser capaces de adaptarnos y ejecutar los cambios vitales y profesionales que sean necesarios para superar cualquier situación.

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