Apología al error
Solemos estar muy enfocados en conocer las claves del éxito. ¿Qué es necesario hacer para conseguir lo que queremos? ¿Qué es necesario evitar? ¿Cuáles fueron las claves que funcionaron para otros? Estamos tan abrumados por acertar, que creo que pasamos por alto el valor del error.
¡Reivindiquemos el derecho a equivocarnos! Sólo teniendo esa garantía podemos soltarnos a experimentar y de la experiencia proviene el aprendizaje, el cambio, el mejoramiento.
¿Cuántas veces pasamos por alto que es necesario invertir en los errores para conseguir el logro? ¿Cómo no nos damos cuenta de que hay que crear entornos amigables al error para que la gente se desarrolle e innove?
Aquellos ambientes de presión y exigencia al logro, de alto nivel de crítica y feedback negativo, sólo consiguen desmotivación, inacción y estrés. Paradójicamente, eso los vuelve más proclives al fracaso.
"Lo intentaste. Fracasaste. No importa. Inténtalo de nuevo. Fracasa otra vez.
Fracasa mejor" - Samuel Beckett
¡Equivoquémonos! ¡Erremos con inteligencia! Que después de todo no existe tal cosa como el error, existen sólo las experiencias y los juicios. Suelta tu juicio, principalmente el que haces sobre ti mismo, para luego poder soltar el que haces sobre las demás personas y la situación. Simplemente prueba y observa.
Si al experimentar consigues lo que buscabas, disfrutarás del éxito. Si al experiementar no consigues lo buscado, habrás aprendido. Por tanto, estarás un paso más cerca de lo que quieres.
Edison realizó más de 10.000 experimentos antes de lograr inventar la bombilla. Cuando lo consultaron sobre sus fracasos respondió:
“No he fracasado. He encontrado 10,000 soluciones que no funcionan" - Thomas Edison
Piénsalo dos veces: ¿cuántos de tus errores te han dejado invaluables lecciones? ¿qué podrías aprender de los errores que has cometido? y si no tuvieras miedo a equivocarte ¿qué estarías dispuesto a intentar?