El poder del silencio
Aprender a guardar silencio se refiere a silenciar la mente lo cual convierte a esta práctica en un proceso que se inicia pero nunca termina pues la mente puede ser dominada cuando logramos arrebatársela al ego pero este nunca estará tranquilo con ser relegado de ese papel y siempre, ante cualquier descuido, volverá a arremeter para poner a la mente en ese estado de locura del cual no somos conscientes precisamente por obra y arte del ego. Y por obra y arte del ego la mente mantiene en un diálogo incesante e innecesario pues el ego, aquel que nos engaña para que creamos que nosotros somos él, sabe que si logramos silenciarle, él estará cercano a la muerte y esa no es una experiencia por la que él desea pasar.
¿Te has puesto a pensar porqué siempre te estás defendiendo?
Si no te has dado cuenta, precisamente esa es la tarea del ego. Seguramente te quedará más fácil si lo observas en los demás… siempre se están defendiendo pero en realidad no son ellos, es su ego que necesita defenderse para no morir. Si te das la oportunidad de experimentar el silencio, lo cual significa estar presente contigo mismo en el momento que decidas experimentarlo, entonces comenzarás a notar una maravillosa quietud donde la mente pensante desaparece pues ella se encuentra afuera, así como el mundo, entonces comienzas a mirar hacia adentro donde se encuentran la mente creativa y el mundo real en el cual fuiste creado, un mundo donde no existe nada malo ni perverso, donde no hay enfermedad ni tristeza, ni soledad ni vacío, pues ese es el mundo de Dios, el mundo de la abundancia y la riqueza, de la salud y del amor eterno.
Cuando lo haces, te encuentras contigo mismo y puedes ver todo con los ojos de la creación.
Cuando te defiendes, entonces no eres tú pues estás mirando hacia afuera bajo el dominio de todas las etiquetas con las cuales el ego se alimenta y te mantiene soslayado en una zona de confort de la cual no deseas salir pues ni siquiera te has dado cuenta que de confort existe muy poco ahí.
El poder del silencio te induce al contacto con la creación, y es ahí donde logras vibrar con tus verdaderos deseos y estos se hacen realidad pues todo el tiempo estamos consiguiendo lo que pedimos, solo que cuando estamos bajo el dominio de la lucha exterior aquello que pedimos es algo de lo que no nos damos cuenta pues estamos sordos y ciegos… de nuevo, por obra del ego y de la mente egotista que solo quiere ganar batallas, aun sin sentido.
El silencio es tan poderoso que nos pone en alineación con aquellas cosas que deseamos manifestar a través de la palabra. Recordemos que cuando Dios hizo la creación lo hizo a través de la palabra, no fue chasqueando los dedos o aplaudiendo. Por eso la palabra tiene un poder especial y podemos llegar a las palabras correctas, para crear aquello que deseamos, através del silencio. ¿Qué especial verdad? Claro, cuando estamos en silencio estamos con Dios y cuando estamos con Dios todo lo bueno se nos pega, aprendemos a pedir en la dirección correcta y con las palabras correctas… y sabes qué? lo demás es cuestión de Fe.
- Un tip para poder estar en silencio
- Busca un momento de silencio exterior (no TV, no celular… nada)
- Siéntate cómodo con la espalda recta y cierra tus ojos
- Inhala y exhala suavemente… varias veces
- Concéntrate en la respiración
- El ego hará de las suyas… entonces,
- Obsérvate a ti mismo (es decir, observa desde afuera a tu cuerpo en estado contemplativo), estás ahí sentado y el convertirte en observador silenciará al ego.
- Abre tus ojos y observa todo a tu alrededor, sin juzgar ni identificar, solo observa la forma de las cosas y disfruta de ese momento.
Al comienzo verás cómo puedes acallar tu mente por periodos cortos de tiempo los cuales irán creciendo en la medida en que incrementes la práctica y ya verás cómo cada vez estás más lejos del diálogo interno sin sentido que te aleja de tu riqueza y más cerca de poder crear tu propia realidad, sin imposiciones externas y llena de la abundancia para la cual fuimos creados.
Éxitos!
Autor: Martin Orozco - Coach Profesional Certificado por Fowler Wainwright International Institue y miembro de la International Association of Coaching (IAC).