¿Tienes un empleo mal pagado?

¿Cuánto es suficiente de salario para mí? Esto es lo que podrían preguntarse algunos profesionistas que no saben cotizar sus habilidades laborales. Y es que, no sólo hay empleos mal pagados, también se da el caso de colaboradores que parecen ser ‘adictos' a la poca remuneración.

"Cuando me piden cotizar un proyecto a veces no sé cómo negociar, pues por quedarme con el trabajo suelo bajar mis precios un poco más de lo esperado. Y lo que hago para compensar es juntar muchas chambas y así tener un mejor ingreso", confiesa Martha Hernández, contadora que labora como freelance para diversos despachos.

Es una hipótesis falsa que los puestos mal pagados funcionen, a la larga, como peldaños para conseguir opciones mejor remuneradas. Es más probable que esas vacantes funcionen como "callejón sin salida". Los que aceptan esas condiciones terminan por creer que los trabajos tienen que ser remunerados de esa forma, cita Alex Callinico, autor del libro "Igualdad".

Una persona que no valora la experiencia laboral que va adquiriendo, con los años, y no se actualiza sobre cómo vender sus contactos y conocimientos, lejos de defender una paga adecuada, deja esto en manos de la oferta que realice el empleador. Aunque el mercado esté en malas condiciones de trabajo, hay que negociar "y no temer, si haces bien tu trabajo, no faltan oportunidades, pero si optas por recibir cualquier salario abaratas el mercado", dice la pedagoga por la UNAM, Lizeth Villalpando.

Quizá uno los peligros más grandes, dice, es que el profesionista se acostumbre a bajar sus costos, por pensar que si no acepta "será mal visto", ¿cómo? ‘Ante la crisis debería de aceptar', ese es su argumento". Tal vez cuando se es egresado, una remuneración menor se entiende por la falta de experiencia, pero después de años, cuando el empleado recibe ofertas de trabajos fijos o independientes, necesita saber cómo plantearse, desde el punto de vista económico, con un reclutador.

El problema de esta condición es que resulta "socialmente justificable", sobre todo en algunos casos. Cuando la gente escucha que un egresado de artes gana poco señala "eso pasa porque en México no se valoran estas cosas", en cambio si un médico percibe mucho más, expresa "claro, porque es una carrera donde estudian toda la vida". Este tipo de actitudes, más lo saturada que esté una profesión contribuyen, a que la persona sienta que por alguna razón sus proyectos se pagarán más bajo.

También, agrega, interviene un fenómeno personal y es ¿cómo mide una persona su desempeño? Si para un trabajo invierte mucho esfuerzo, le dedica horas extras, fines de semana, renuncia a vacaciones, etcétera, entonces "se siente con el valor de cobrar más, es más ‘aceptable' que eleve su cuota." Pero si el proyecto le lleva menos horas, hay quien llega a pensar que debe cobrar barato o le discutirán su presupuesto.

¿Qué pasa en México?

Independiente a la situación del profesionista, el país "carece de la estructura" para mejorar la situación salarial de su población productiva, explica Villalpando.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el tercer trimestre de 2010, los trabajadores que percibieron hasta uno y máximo tres salarios mínimos, representaron 57.6% (alrededor de 25.2 millones de personas).Esto implica una incorporación de más de 840,000 empleados con las remuneraciones más bajas respecto a las que existían en el periodo julio-septiembre del año pasado.

Aquellos que perciben más de cinco salarios mínimos contabilizaron, entre julio y septiembre de 2010, 3.96 millones, una cifra en 358,000 inferior a la que se reportó en 2009.

El Observatorio Laboral, por ejemplo, reporta como su mejor salario a los profesionistas en Ingeniería Naval y Aeronáutica, con una percepción de 16, 987 pesos, en contraste con un contador, cuyo salario se reporta en poco más de 9,000 pesos.

"Para mucha gente, eso no podría ser un buen salario, cuando la renta de un departamento en el DF supera los 4,000 -5,000 pesos cuando menos"
, agrega Villalpando. ¿Cómo volverse un estratega respecto a cobrar mejor por la actividad profesional?

La especialista sugiere al profesionista empezar por "romper con prejuicios o ideas mal entendidas sobre qué implica ganar más o menos dinero. Si hay algo que les demanda esfuerzo, y se están viendo muy productivos con la empresa, entonces hay que cobrar por ello".

Las señales de alarma respecto a "conformarse" con bajos salarios, incluyen: no tener metas de desarrollo profesional, ni interés por descubrir nuevas habilidades o aprender a colocarse en el mercado, de mejor manera.

"Con los estudiantes o jóvenes profesionistas el problema es que no cuenten con un plan de vida bien definido. Por trabajar pueden verse en la necesidad de tomar cualquier opción, sin averiguar si eso los llevará a opciones más rentables, o si les permitirá alcanzar el desarrollo económico y laboral deseado", aclara la pedagoga.

En países como Estados Unidos, están creciendo programas como "Underearners Anonymous" (éste tiene sede en Nueva York), el cual consiste en reunir a personas que acuden a sesiones para compartir información sobre cómo reactivar su vida laboral y crear nuevas metas económicas.

Con o sin grupo, ¿qué esperas para mejorar tu rentabilidad como profesional?

Autor: Ivonne Vargas - Ciudad de Mexico